El viento sacudía su pelo como las ideas su mente
su mirada clavada en el vacío recorría el horizonte de este a oeste
un pequeño suspiro para calmar sus ansias surgía de la calma del atardecer.
Aquella tarde se desenvolvía fría y sin sentimiento
no había nada alrededor, absolutamente nada ...
Oyendo sus propios latidos marcaba el paso del tiempo
cerraba sus ojos sin un compás
jugaba con sus labios por miedo a llorar
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